jueves, 15 de noviembre de 2012

La ballena más rara del mundo al descubierto



Mesoplodon traversii es el nombre que ha recibido una enigmática ballena que ha sido avistada por primera vez después de que dos ejemplares, una madre con su cría macho, quedaran varadas en una playa de Nueva Zelanda y, lamentablemente, fallecieran después al no poder ser rescatadas a tiempo. La ballena en cuestión posee dientes en forma de pala y era desconocida hasta la fecha para la ciencia, por lo que recibió el nombre de zifio de Travers, una ballena picuda de pala dentada. Un estudio publicado en la revista "Current Biology", ofrece la primera descripción completa de este cetáceo del que sólo se tenía constancia a través de unos pocos huesos de tres cráneos diferentes que se recogieron en Nueva Zelanda y Chile durante un largo periodo de 140 años. Por lo que llama la atención de que se desconoce prácticamente todo acerca de esta especie.

El hallazgo otorga la primera evidencia de que esta especie oceánica no se encuentra extinto y Rochelle Constantine, investigadora de la Universidad de Auckland y coautora del trabajo, afirma que es la primera vez que se puede observar a esta ballena de más de cinco metros de longitud al haber hallado dos ejemplares. Los resultados también ponen de relieve la importancia de la tipificación del ADN y de colecciones de referencia para la identificación de especies raras, como es este el caso.

Estos cetáceos fueron descubiertos en Diciembre del 2010 en la playa de Opape Beach, en Nueva Zelanda, poco antes de fallecer. El Departamento de Conservación del país acudió al lugar, donde fotografió a los animales y recogió sus medidas y muestras de tejidos. Al principio fueron identificados como miembros de la especie de ballena picuda de Gray, mucho más común, pero poco después los análisis de su ADN revelaron su identidad real. Este análisis se realiza de manera rutinaria como parte de un programa de 20 años para recopilar datos sobre las 13 especies de ballenas picudas que se encuentran en las aguas del país.

Los investigadores desconocen por qué estos animales son tan esquivos, aunque sugieren que podría deberse a que viven y mueren en las profundidades del océano y muy rara vez se aproximan a la costa. Calamares y otros animales del fondo oceánico sirven de alimento a esta especie de cetáceo de la familia Ziphiidae (que significa, "ballena nariz de espada").

Constantine subraya que este hallazgo deja patente que aún hay mucha vida marina que desconocemos.

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