domingo, 7 de octubre de 2012

El éxito de las hembras de babuino más sociales



Es sobradamente conocido, y ya se han realizado muchos estudios al respecto que así lo han confirmado, que las personas con lazos sociales fuertes disfrutan de una mayor salud y longevidad. Pero ahora, un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, ha demostrado que la personalidad también afecta en la longevidad y el estrés en las hembras de los babuinos.

Para llegar a estos resultados, los investigadores observaron a un grupo de cuarenta y cinco hembras de babuino en Botsuana durante siete años en su hábitat natural y clasificaron las diferentes personalidades de acuerdo a indicadores como el tiempo que pasaban solas, la frecuencia con la que se acercaban a otros individuos y el nivel de glucocorticoides (hormonas indicadoras del estrés). Así, descubrieron tres dimensiones de personalidad relativamente estables y que se mantenían con el paso del tiempo: agradable, distante y solitaria. Cada una de estas dimensiones está caracterizada por un conjunto de comportamientos que no están ligados al rango de dominancia ni a los parentescos.

Una de las primeras conclusiones que consiguieron fue que las hembras son sensibles a las diferentes personalidades. Estas se comportan de una forma u otra con las demás en función de las puntuaciones que obtenían en cada dimensión de la personalidad. Así, tendían a acercarse a las más agradables, mientras que apenas se aproximaban a las solitarias y mucho menos a las distantes. Además, la capacidad de establecer vínculos sociales también varía con la personalidad. Las hembras agradables tienen buenos niveles de socialización y prefieren encontrar una compañera estable, pero las más solitarias tienen más dificultades para ser sociales. Sin embargo, su preferencia para lograr la estabilidad en la pareja es mayor que la de las hembras agradables. En el caso de las hembras distantes, sus niveles de socialización son bajos y no parecen dispuestas a encontrar una compañera estable.

En la revista PNAS se publicaron los resultados del estudio y revelaron que las hembras más sociales y que establecían lazos afectivos más fuertes sufrían menos estrés que las más solitarias y ariscas. Además se comprobó que, mientras que los individuos solitarios emitían gruñidos cuando trataban de conseguir algo, las más sociables sólo gruñían para mostrar buenas intenciones y aliviar la ansiedad en las demás hembras, como por ejemplo para mostrar su agrado ante la proximidad de alguna compañera con su cría. 

Los investigadores explican que este estudio llevado a cabo es muy innovador, ya que emplea medidas de comportamiento efectivas para sondear la relación entre las condiciones físicas y la personalidad. Se asegura también que las personalidades de estos individuos de esta especie son plásticas y varían con los años, aunque en las hembras de babuino se retienen los rasgos de un año al siguiente por lo menos. 

Por lo tanto queda demostrado que las amistades ayudan a asegurar la supervivencia de la descendencia de las hembras, así como su propia longevidad, y la selección natural favorece la supervivencia de unas personalidades sobre otras. Así, aunque una hembra de babuino no puede controlar su dominación o la familia en la que nace sí puede, adoptando una personalidad concreta, ser una hembra exitosa.

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